Cristiano Ronaldo es una de las personas más famosas del mundo y hoy es fácil conocer varios aspectos sobre su vida. Sin embargo, aún hay misterio sobre los inicios de su carrera, cuando todavía soñaba con triunfar, y en ese camino lo acompañó un amigo que se volvió íntimo.
Fabio Paím, hoy ya retirado del fútbol, fue uno de los que compartió su vida con el astro, cuando ambos eran niños. “Cuando jugábamos en el Sporting de Portugal vivíamos en la academia, vivíamos en el estadio. Por la noche íbamos a una casa de comidas rápidas a recoger las hamburguesas que ya nadie quería y que no estaban buenas para vender”, contó en una entrevista.
“Estábamos allí todas las noches para las hamburguesas. El Sporting lo sabía. No es como hoy en día. Nos permitían salir”, siguió diciendo el ex centrocampista, dejando en claro que la situación económica que atravesaban era muy compleja, pero el deseo de seguir entrenando era muy grande.
En este contexto, “una señora llamada Edna y otras dos chicas” eran las que esperaban a los futbolistas cada noche para darles las sobras de la producción del local de comidas. Ellos no las olvidan, por la amabilidad con la que los atendían.
Por supuesto que en las inferiores del Sporting, Cristiano ya se destacaba y recibía elogios. Sin embargo él prefería celebrar a su amigo, quien reveló que varias veces dijo: “¿Creen que soy bueno? Ustedes porque no vieron a Fabio Paím”.
“Recuerdo a Ronaldo como un gran trabajador, realmente comprometido y alguien que quería ser el mejor. Él siempre ha sido así, se molestaba cuando perdía”, sentenció Paím, quien también opina: “Ese esfuerzo le ha llevado hasta donde está ahora. Incluso hoy en día no necesita jugar, pero quiere ser el mejor. Ha ganado todo lo que pudo, ya no queda nada. Pero es resultado de ese esfuerzo cuando éramos niños”.
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