Luis Arráez dijo recientemente que odia poncharse, como cualquier jugador de la MLB, pero que para él es un reto especial pararse en cada turno a evitar que el lanzador contrario pueda conseguir el tercer strike para mandarlo de nuevo al dugout.
El venezolano ha pasado más de un mes sin poncharse. Su último ponche fue el 10 de agosto, y con esto busca conseguir una de las rachas más largas sin ser abanicado por ningún pitcher.
“Todo el mundo odia los ponches”, dijo la estrella de los Padres de San Diego hace una semana. “Pero especialmente yo”.
El jugador de los Padres, que llegó a inicios de la temporada a este equipo proveniente de los Marlins de Miami, busca una marca de Juan Pierre, en cuanto a apariciones al bate sin poncharse. La cifra es de 147 y el venezolano tiene 140 sin ser guillotinado.
Pierre dejó 147 apariciones de este tipo en 2004 y 143 en 2010. Su primer récord lo consiguió el jardinero con los Marlins de Florida y luego lo hizo seis años más tarde con los Medias Blancas de Chicago.
Arráez ha repetido en varias oportunidades que una de las claves para esta racha ha sido esperar que los lanzadores consigan el primer strike para luego salir a batear.
El venezolano busca su tercer título de bateo consecutivo con el aliciente de que puede hacerlo con tres camisetas distintas, después de lograrlo en 2022 con los Mellizos de Minnesota, en 2023 con los Marlins de Miami.
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