Bajo un cielo iluminado por la emoción colectiva, el Zócalo de la Ciudad de México se transformó en un escenario de nostalgia y homenaje. Más de 170 mil personas se reunieron para revivir uno de los momentos más emblemáticos de la música mexicana: el histórico concierto que Juan Gabriel ofrecido en el Palacio de Bellas Artes hace 35 años. La proyección, resultado de una colaboración entre Netflix y el Gobierno de la Ciudad de México a través de la Secretaría de Cultura local, permitió al público cantar, una vez más, los temas que la ‘Divo de Juárez’ inmortalizadomientras descubrían escenas inéditas de aquella noche que marcaron la historia del espectáculo.
Desde las primeras horas del día, el corazón de la capital empezó a llenarse de color y música. Admiradores de todas las edades, imitadores de Juan Gabriel y figuras del ámbito cultural y artístico acudieron al llamado, luciendo camisetas, pancartas y atuendos inspirados en el carismático intérprete. Entre la multitud, el ambiente era de auténtica devoción: antes de que comenzara la proyección en las pantallas gigantes, los asistentes pudieron disfrutar de anécdotas poco conocidas y fotografías de la vida de Alberto Aguilera Valadez, extraídas directamente de su archivo personal.
Minutos antes de que se apagaran las luces, la emoción alcanzó su punto máximo con la presencia de María José Cuevas, directora del documental. Juan Gabriel: Debo, puedo y quieroquienes junto a las productoras Laura Woldenberg e Ivonne Gutiérrez, compartieron el entusiasmo del público, bailando y cantando entre ellos al iniciar la velada. Ese espíritu de alegría y cercanía reflejó precisamente lo que el proyecto busca transmitir: la esencia humana y artística de un hombre que trascendió generaciones.
El cierre de la celebración fue, como no podía ser de otra manera, profundamente emotivo. El Mariachi Estrella de América subió al escenario para interpretar algunas de las canciones más emblemáticas del cantautor, acompañando a Alicia González, la querida fanática que emocionó a los espectadores en el tercer episodio del documental. Esta vez Alicia revivió el momento en el que interpretó No se que me pasópero con un toque aún más conmovedor: lo hizo acompañada de su hija y su nieta, demostrando que el amor por Juan Gabriel no sólo no se desvanece, sino que se hereda.
La familia de Juan Gabriel fue testigo de esta gran hazaña, pues desde uno de los balcones cercanos al Zócalo, su hijo y heredero universal, Iván Aguilara, así como su esposa, Simona Aguilera, y sus hijos, disfrutaron del espectáculo y la emoción de los miles de fanáticos que se dieron cita en el corazón de la capital mexicana. “¡Qué hermosa noche! Gracias a todos los que hicieron que este evento fuera tan especial para nuestra familia”, dijo Simona en una publicación.
Juan Gabriel: Debo, puedo y quiero es una serie documental que ofrece un acceso sin precedentes al archivo personal del artista, incluidos vídeos grabados por él mismo. A lo largo de cuatro episodios, esta producción presenta un retrato íntimo y revelador de Alberto Aguilera Valadez, el hombre detrás del ídolo que rompió estigmas y convirtió la historia de su vida en himnos que siguen resonando. Desde sus humildes comienzos hasta su consagración y su partida, el documental ofrece una mirada humana, cálida y profunda al legado de un artista que, más que un ícono, es parte del alma cultural de México.
| Play | Cover | Release Label |
Track Title Track Authors |
|---|