Este Mes de la Herencia Hispana, tuvimos la oportunidad de preguntar Alex Pryorcofundador de Guayakí Yerba Mate, sobre su notable viaje para llevar el mate de Argentina a los mercados estadounidenses y cómo transformó una tradición cultural profundamente arraigada en un negocio exitoso y con un propósito. Para muchos argentinos, incluidas figuras famosas como Lionel Messi, beber yerba mate es mucho más que una rutina: es un ritual preciado que une a las personas y crea un sentido de comunidad, sin importar en qué parte del mundo se encuentren.
Como lo señaló El Cronistaun periódico líder en Buenos Aires, la empresa que Alex cofundó, Guayakí, ya genera más de 100 millones de dólares al año en EE.UU.—una clara muestra de lo lejos que ha llegado esta querida tradición argentina.
En los primeros días, Alex y su cofundador, David Karrcomenzó a vender yerba mate a estudiantes y pequeñas empresas como parte de un proyecto universitario. Su esfuerzo de base pronto se convirtió en una misión con raíces mucho más profundas.
Poco después, comenzaron a colaborar con la Aché Kue Tuvyuna comunidad indígena de Paraguay, que se alineó con su compromiso de producir yerba mate de una manera que restaurara la tierra y apoyara a las comunidades locales. Su misión de proteger la selva atlántica y al mismo tiempo empoderar a las comunidades indígenas para preservar su patrimonio cultural y lograr la independencia económica se cumple a través de esta colaboración para producir yerba mate.
Ahora, más de 25 años después, Alex y su equipo comparten la yerba mate en América del Norte y del Sur, ya sea en hojas sueltas, latas o botellas, mientras continúan cumpliendo la visión con la que comenzaron. La dedicación a la sustentabilidad y el impacto social sigue siendo el centro de todo lo que hacen, lo que hace que esta sea más que una bebida: un movimiento.
¡HOLA! Le preguntamos a Alex sobre su trayectoria, los desafíos que ha enfrentado en el camino, los valores que impulsan su trabajo y consejos para los emprendedores hispanos que buscan dejar su huella.
¿Cuál es tu conexión personal con la yerba mate mientras crecías en Argentina y qué significa el mate para ti hoy?
El mate fue una parte fundamental de mi vida en Argentina. No era solo una bebida; era un momento para hacer una pausa, compartir y conectarme con quienes me rodeaban. Hoy, el mate sigue siendo ese puente para mí.
Cada sorbo me recuerda mi hogar, mi conexión con la tierra y la gente. Llevar ese ritual al mundo es como compartir un pedazo de mi corazón con los demás.
¿Qué le inspiró a llevar la yerba mate al mercado estadounidense, especialmente cuando era relativamente desconocida aquí?
La idea empezó a tomar forma durante mi estancia en Cal Poly San Luis Obispo. Empecé a vender yerba mate a amigos y a empresas locales como parte de mi proyecto final de carrera, y rápidamente me quedó claro que el mate tenía el poder de hacer más que simplemente proporcionar energía: creaba conexión.
Mi visión nunca fue simplemente introducir un nuevo producto en los EE. UU., sino más bien compartir una tradición que enaltece tanto a las personas como al planeta. Guayakí se convirtió en una forma de contribuir activamente a la restauración de la selva tropical, apoyando a las comunidades indígenas y preservando su legado cultural, todo ello a la vez que ofrecía una alternativa más saludable al café. El aspecto de bien social fue, y sigue siendo, el centro de todo lo que hacemos.
¿Cuál fue el momento clave en el que te diste cuenta de que la yerba mate podía convertirse en un negocio exitoso fuera de Argentina?
Nuestro éxito no se basó en un gran descubrimiento, sino en innumerables pequeños triunfos. Pasamos años viajando a mercados de agricultores y festivales en nuestra furgoneta VW, presentando la yerba mate a todo aquel que estuviera dispuesto a probarla. La primera vez que alguien la probó y realmente la entendió, cuando se le iluminaron los ojos y sintió la conexión, fue cuando supe que estábamos ante algo más grande. Ese fue nuestro puente entre culturas, construido a través de cada conversación, una taza de mate a la vez.
Mirando hacia atrás, ¿cuáles fueron algunos de los mayores sacrificios personales que hiciste en los primeros días de Guayakí?
Los primeros días estuvieron llenos de sacrificios personales. Vivíamos en nuestra furgoneta VW, recorriendo la costa de arriba a abajo, vendiendo en mercados de agricultores y festivales. No pasábamos tiempo con la familia y los amigos, pero nos impulsaban la pasión y el propósito. No se trataba solo de empezar un negocio; se trataba de compartir el mate y su cultura con el mundo. Y el viaje, aunque duro, fue una aventura que hizo que valiera la pena.
¿Puedes compartir lo que has aprendido al trabajar con comunidades indígenas y agricultores en América del Sur?
Trabajar con comunidades indígenas me ha enseñado el poder de la reciprocidad: respetar la tierra y las tradiciones, y siempre devolver más de lo que recibimos. Nos han demostrado que la sostenibilidad tiene que ver con el equilibrio, arraigado en una profunda conexión con la naturaleza. Nuestra relación con ellos es la piedra angular de nuestra misión, y su sabiduría sigue guiándonos.
¿Cómo se comparte el éxito de Guayakí con las comunidades y las personas que ayudaron a hacerlo posible? ¿Ha sido rentable el negocio?
El éxito de Guayakí está íntimamente relacionado con el bienestar de las comunidades que producen nuestra yerba mate. Reinvertimos en estas comunidades a través de una variedad de iniciativas que generan impacto, ya sea financiando programas educativos, apoyando la infraestructura local o participando en proyectos de restauración ambiental.
A través de nuestro modelo de negocio regenerativo, hemos ayudado a proteger y restaurar miles de acres de selva tropical y hemos empoderado a agricultores indígenas y pequeños productores. Nuestro éxito no es solo financiero; se trata de mejorar los ecosistemas y las personas que hacen posible Guayakí.
En el marco del Mes de la Herencia Hispana, ¿qué secretos compartirías con otros empresarios hispanos que recién comienzan? ¿Algún consejo para afrontar los desafíos y alcanzar el éxito?
Acepta tus raíces y deja que tu herencia sea tu fuerza. Construir algo significativo requiere coraje y tu cultura es tu brújula. El viaje estará lleno de obstáculos, pero esos desafíos te ayudarán a crecer más fuerte y más resiliente.
Mantente fiel a tus valores, conéctate con otras personas que creen en tu visión y nunca pierdas de vista el motivo por el que empezaste. Cuando tu trabajo está impulsado por un propósito, la recompensa es más que solo el éxito: es amistad, familia, un viaje de aprendizaje y la oportunidad de ayudar a otros mientras tú progresas.
Si estás pensando en empezar a beber mate, debes conocer algunos beneficios clave. La yerba mate es conocida por aumentar la energía, gracias a su contenido natural de cafeína, pero a diferencia del café, proporciona una energía más suave y equilibrada sin nerviosismo. También está repleta de antioxidantes y nutrientes esenciales que pueden favorecer la salud en general.
Además, la yerba mate es más que una bebida: es una oportunidad y un momento de conexión y atención plena. Mira este video de Guayakí a continuación, que explica todo lo que necesitas para comenzar tu viaje con la yerba mate.
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