Desde que se anunció la llegada de Juan Soto en un cambio en el invierno pasado, se supo que había que contar con los Yankees de Nueva York entre los favoritos para esta temporada de MLB.
El equipo del Bronx perdió los primeros dos juegos de la última serie de la campaña regular de las Grandes Ligas, pero aún así tuvo su tercera celebración. En días recientes no sólo aseguró su presencia en la postemporada y reconquistó el banderín de la División Este; también pasará como el primer sembrado.
En el último día del calendario, el manager Aaron Boone puede decir que se cumplieron todos los objetivos propuestos para esta primera fase de la competencia. Y aunque queda mucho camino por recorrer, pueden estar satisfechos de lo que lograron a pesar de todos los obstáculos que superaron.
Los Yankees comenzaron a todo tren, con un impresionante registro de 40-19 al finalizar el mes de mayo a pesar de la ausencia por lesión de Gerrit Cole, que no se incorporó hasta junio. Justo en ese mes empezaron los problemas para Boone y el equipo cayó en una crisis que se agudizó en julio (11-13).
Un bajón en el rendimiento del grupo se sumó a las lesiones de Anthony Rizzo, Giancarlo Stanton, Clarke Schmidt y DJ LeMahieu y también a la debacle del cerrador Clay Holmes para explicar ese mal momento, del que consiguieron recuperarse cuando Aaron Judge se encendió, la rotación de abridores retomó el nivel, el bullpen se estabilizó y trajeron a Jazz Chisholm Jr. en un cambio.
Los neoyorquinos tienen récord de 93-68, el mejor de la Liga Americana, y eso los deja como el primer sembrado de cara a los playoffs. ¿Qué significa eso? Que les esperan varios días de descanso.
Los Yankees no tendrán que disputar la Serie de Comodines y pasan directo a la Serie Divisional, donde tendrán ventaja de locales y a partir del 5 de octubre chocarán contra el ganador del duelo entre los Orioles de Baltimore y los Tigres de Detroit o Reales de Kansas City.
Ser el sembrado número 1 de la liga le garantiza a los del Bronx que no se enfrentarán con un campeón divisional (Guardianes o Astros) en la Serie Divisional. De sus tres posibles rivales sólo a uno no le ganaron la serie particular. Con Baltimore terminaron con balance de 5-8, mientras que con Detroit quedó 4-2 y con los Reales 5-2.
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