Todos los recursos de los Yankees de Nueva York estarán al servicio de un propósito en el mercado de invierno de MLB: conseguir la firma de Juan Soto y asegurarse de que siga haciendo dupla con Aaron Judge por muchos años.
Y por supuesto que quieren convencerlo de quedarse, después de verlo conectar 38 jonrones en esta temporada de Grandes Ligas con 98 carreras impulsadas, OPS de 1.015 y un average de .295.
Soto se adaptó bien al grupo en el Bronx y se le nota que está a gusto en la ciudad. Pero no tiene lugar para sentimentalismos. Se irá en la agencia libre con el equipo que le haga la mejor oferta y se sabe que el piso para conversar son 500 millones de dólares.
Aunque los Yankees parten con ventaja en la pelea por el dominicano, deben prepararse para la posibilidad de perderlo. Sin Soto, el panorama cambia por completo para la gerencia neoyorquina, que dispondrá de mayor libertad financiera para adquirir otras piezas.
En lo referente al aspecto deportivo, son varios escenarios posibles. Lo primero es que al perder al quisqueyano decidan ir por otra estrella que ayude con la ofensiva y de preferencia pueda jugar en el outfield, como Cody Bellinger si está disponible.
Otra opción es que retengan a Alex Verdugo para que se quede en una de las esquinas del outfield y entregarle la otra al novato Jasson Domínguez. Si no salen de Trent Grisham, que es un ganador de dos Guantes de Oro, siempre hay la posibilidad de que le den una oportunidad como titular y todo apunta a que sería más factible que ver el ascenso de Spencer Jones.
Para Soto la alternativa es simple. Si se va de los Yankees es porque consiguió un equipo que no sólo le pagará lo que pida en el mercado, sino que le garantiza un proyecto ganador. Porque como ya ha dicho, no es solamente un tema de dinero: quiere estar en la pelea por los playoffs cada año y esa condición reduce un poco más el espectro de los conjuntos que pueden aspirar a tentarlo.
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