No se entienden los éxitos de Los Angeles Lakers en la NBA durante el siglo XXI sin Kobe Bryant. Pero tampoco sin Shaquille O’Neal.
El antiguo pívot fue el máximo referente de un elenco de Hollywood que consiguió tres campeonatos seguidos de liga entre 2000 y 2002, erigiéndose en MVP de las citadas tres Finales ganadas por los de amarillo y púrpura, aunado al prestigioso galardón en la ronda regular 1999-2000.
Sin embargo, el seleccionado a 15 Juegos de Estrellas siente que debió haber superado los cuatro anillos que logró en la NBA, ya que además de exhibir un dominio pocas veces visto en el poste bajo, formó dúo con varios de los mejores jugadores de la historia moderna.
“Cuando hablas de grandes basquetbolistas, yo también tuve la oportunidad de jugar con LeBron en Cleveland (Cavaliers). Me sorprendió mucho su liderazgo y su forma de actuar”, señaló O’Neal en el Show de Jimmy Fallon.
“Cuando estaba con él (James), no era el Shaq de antes, pero era un buen jugador de rol. Fuimos primeros en nuestra conferencia, jugamos contra Boston, pero tuve que irme durante seis semanas. Intenté volver, pero no estaba allí, y perdimos contra esos Celtics. Estas son cosas en las que pienso cuando se trata de anillos. Debería tener ocho, y no me refiero a tiros libres. Estoy hablando de oportunidades desperdiciadas”, prosiguió el miembro del Salón de la Fama del Baloncesto.
Asimismo, el integrante del Equipo del 75 Aniversario de la NBA sabe que pudo haber liderado a los entonces talentosos Orlando Magic a algún título durante mediados de los 90’s; mientras que apenas obtuvo un campeonato con el Miami Heat (2006) cuando Dwyane Wade emergía como una figura rutilante en la competición. Tal y como reconoció Shaq, tampoco pudo apoyarse en King James para llevarse los máximos honores con los Cavs en la 2009-2010.
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