El Juego 2 de la Serie Divisional de la Liga Nacional entre los Dodgers de Los Angeles y Padres de San Diego fue una batalla campal. A punto que hasta los fanáticos se metieron en la contienda de forma deplorable, arrojando objetos a Jurickson Profar y Fernando Tatís Jr. en la séptima entrada, lo que obligó a que se detuviera el partido.
Profar fue el primero en recibir el ataque de los fanáticos en las gradas. Después de intercambiar palabras con la afición, se dirigió a los umpires, alegando que no se sentía seguro de jugar en esas condiciones.
“Un par de pelotas de béisbol vinieron hacia mí. No me golpearon, pero cuando estás parado en el campo así y te lanzan cosas a la nuca, da un poco de miedo”, dijo Profar a MLB Network después del juego.
Antes, Profar le robó un jonrón a Mookie Betts, arrojándose a las gradas, lo que hizo enfurecer a las personas presentes en las tribunas. Tatís, Jr., por su parte, también se enfrentó a los fanáticos en más de una oportunidad.
“Ambas partes saben que esta es una serie competitiva. Vamos a competir duro. Ellos van a competir duro. Van a pasar cosas. Podemos dejar eso en el campo”, dijo el manager de los Padres, Mike Shildt, según Bob Nightengale de USA Today. “Pero en cuanto a que algo así suceda en un estadio hacia nuestros jugadores, eso simplemente no es aceptable”, aseguró.
“Y sé que estamos a punto de regresar a San Diego con una multitud muy, muy ruidosa, estridente, agresiva y hambrienta que estará súper emocionada. Pero también sé que mantendremos la clase”, finalizó.
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