Los Dodgers de Los Angeles están a merced de un triunfo para ser campeones. Todo parece salirle bien al conjunto de Dave Roberts y este lunes vencieron 4 carreras por 2 a los Yankees de Nueva York, equipo que está contra la pared con un 0-3 en la Serie Mundial.
Freddie Freeman volvió a ser el protagonista ofensivo, con un cuadrangular de dos carreras en el primer episodio ante un envío que se quedó en la zona de Clarke Schmidt.
Fue el quinto jonrón en juegos consecutivos en Serie Mundial para el veterano. Lleva tres en los tres juegos de este emparejamiento y conectó dos en los juegos cinco y seis de la definición de 2021, cuando pertenecía a los Bravos de Atlanta y derrotaron a los Astros de Houston.
Es que nada parece salirle mal a los Dodgers, que hasta una jugada polémica del manager Roberts, en el cuarto episodio, no influyó en el marcador. Será un movimiento criticado, pero sólo quedará para el recuerdo.
En el cuarto episodio, sin outs y con hombres en primera y tercera, el manager de los Dodgers decidió hacer un squeeze play con Tommy Edman en el plato y Gavin Lux en la tercera almohadilla.
El bateador tocó la pelota hacia el lanzador Mark Leiter Jr., quien rápidamente lanzó hacia el receptor José Treviño para poner out a Lux en el plato con un disparo certero. Los Dodgers reclamaron la decisión del umpire, pero fue ratificado el out. Ni siquiera eso sirvió para encender a los Yankees.
Por el otro lado, siguen los problemas ofensivos de las principales estrellas de los Yankees. Juan Soto se fue de 3-0 y Aaron Judge alargó su letargo ofensivo, fallando en tres oportunidades al plato.
De hecho, los primeros cuatro bateadores del lineup de los Yankees se fueron de 13-2 entre Gleyber Torres, Judge, Soto y Giancarlo Stanton, este último el autor de los dos indiscutibles.
Los Yankees intentaron reaccionar en el noveno inning, con un cuadrangular de Alex Verdugo con un compañero en circulación, pero sólo sirvió para maquillar el marcador. Luego del bambinazo, el relevista Michael Kopech dominó a Torres con un roletazo para terminar el partido.
El equipo dirigido por Aaron Boone dejó 7 corredores en las bases y ahora están contra la pared y con el dato fresco en la memoria de que nunca un equipo remontó un 0-3 en una Serie Mundial. En Los Angeles enfrían la champaña y en Nueva York parecen sacar los pañuelos.
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