A punto de estrenar nueva serie, Saúl Lisazo nos revela sus ‘pesadillas futboleras’

Cero, cero, petatero, como dicen en México. No tiene nada que ver, no tiene nada que ver conmigo. Mi personaje, creo que es el personaje más loco que he interpretado en toda mi carrera. Y es un personaje muy machista, muy mentiroso, muy egoísta, es un tipo difícil. O sea, no es bonito que lo diga, pero creo que es la antítesis de lo que soy yo, personalmente.

Bueno, probablemente todo ese tipo de emociones y sentimientos que tienes hacia tus hijos, hacia tu esposa, este tipo no tiene sentimientos hacia nadie. Entonces, es muy difícil, es muy difícil cuando tu cabeza, tu corazón y tus sentimientos, tienes otra forma de ser, intentar hacer lo contrario de lo que… Porque uno siempre actúa según lo que está acostumbrado, según la crianza que uno tuvo. Y cuando haces algo que va en contra de eso, siempre hay un choque, y eso provoca emociones y a veces causa cansancio emocional que muchas veces… Por eso a veces me he quejado un poco de los ritmos, porque los ritmos de trabajo a veces cuando son tan fuertes y la gente tiene que pensar que uno trabaja con emociones, y las emociones no ves si te cansan, si llegan a un nivel de cansancio físico, pero sí lo causan.

Ya pasó, esa etapa ya pasó. He rejuvenecido un poco, pero eso ya pasó. Ser protagonista es cuando eres joven, hasta los 40, 40, 50, eso dicen los anuncios. Después, intentas hacer papeles que se adapten a tu edad. Pobre actor o actriz que haga papeles que no se adapten a su edad. Todos envejecemos, el tiempo pasa para todos, unos con más ganas, otros con menos ganas, unos se cuidan menos, otros se cuidan más, pero a todos nos llega el tiempo y entonces hay que aceptarlo e intentar hacer personajes a su estilo. O sea, yo no puedo pretender hacer protagonista a los 60 o los años que te puedas imaginar, porque no te voy a decir cuánto.

Mira, probablemente lo mismo que el matrimonio. Paciencia. Paciencia y paciencia. No sé. A lo mejor hago bien mi trabajo, a lo mejor no hay nadie más que lo haga. Quién sabe. Había dejado un poco de hacer cosas porque el ritmo de las telenovelas es muy cansador y quería estar un poco más en series o películas, pero tampoco fue eso, porque pasó la pandemia, pasaron muchas cosas… Estaba en un punto en el que me aburría un poco en casa. Entonces, a veces hay que salir a trabajar.

También puede ser. Siempre he tratado de proteger mucho mi vida privada y gracias a Dios tengo una familia, no como en la telenovela, al contrario, con sus problemas como todo el mundo, claro. Pero cada vez que llegas a casa te hacen poner los pies en la tierra y tienes que saber diferenciar tu trabajo de lo que pasa en casa.

El fútbol siempre ha sido mi primera pasión. Entonces, cada vez que veo fútbol o veo jugar a la selección argentina, es una sensación muy fuerte y gracias a Dios hemos tenido, a pesar de estar en un país políticamente bastante difícil, una selección que nos ha dado muchas alegrías y a los que nos gusta el fútbol. Ver a tu selección o a todo el equipo que te gusta jugar de esa manera, la verdad es que sí te da alegría y te hace sentir bien.

Pasar del fútbol a las tres telenovelas es, si a veces ves a los jugadores de fútbol, ​​cuántas jugadas hacen en la cancha, lo cual probablemente es una práctica (risas).

Yo creo que fue una transición, una transición entre el fútbol, ​​el modelaje y luego la actuación. Todo más o menos se fue acomodando ahí. Pero extraño mucho el fútbol y todavía tengo pesadillas de no llegar a la pelota, de ir a tirar un penalti y no poder pegarle nunca. Siempre he tenido esas cosas, esos sueños tremendos de… No sé si alguna vez has tenido una pesadilla de algo que te gusta, de que te ves yendo sola y, no sé, fallas el gol o un montón de cosas que te pasan, pero yo sigo teniendo esa pasión. Amo el fútbol y, bueno, algún día lo haré y creo que trabajaré en algo deportivo, algo de fútbol. Estamos trabajando en ello.